Jorge Antonio Fernández Heredia. Serie: En Tránsito.

Jorge Antonio Fernández Heredia, 10 años. Nació en Maracay.

Jorge es un chamito (niño) con una gran calidez, está desarrollando una personalidad hermosa eso es en gran parte por la calidad humana que tienen sus padres, es muy inteligente a los 6 años hizo su primer video en youtube explicando paso por paso cómo se hace un avión de papel.

Llegó al mundo sin signos vitales, su madre sufrió muchísimo durante la cesárea y eso casi le cuesta la vida a ambos, sin embargo 10 años después es un niño muy sano y maduro para su edad, le ha tocado afrontar la migración 2 veces y decidí tomar su historia para compartirla.

Cuando se enteró que tenían que salir de Venezuela se sentía muy raro: “no lo entendía, unos días atrás acompañaba a mis padres a lo que hicieran por Venezuela, marchas, protestas, viajes, usábamos la bandera para todo”. A medida que se fue acercando la fecha del viaje sentía muchos nervios: “nunca tuve miedo, pero si muchos nervios”.

Jorge está creciendo en una familia donde Venezuela es lo primero, desde que estaban allá e incluso aún estando aquí. Ambos padres son venezolanos, pero su madre es la que tiene a gran parte de su familia en el país y eso permite que la conexión sea diaria.

Cuando llegaron a Coruña él no podía creer que de verdad estaba en otro lugar, que iba a dormir en otra cama y a vivir en otra casa. La primera impresión que tuvo es que todo era muy ordenado y eso le gustaba al principio, pero ya después esa “perfección me aburría, extrañaba muchísimo estar en mi casa de Venezuela”. En el colegio no fue fácil el inicio, porque como todo cambio al principio cuesta. Un día en una conversación con su madre, él le pregunta: "Mamá ¿es verdad que cuando los novios terminan todo les recuerda a su ex?" a lo que su madre responde: "Si Jorge, cuando uno está triste y ama mucho algo lo ve en todos lados" y él termina: "bueno es verdad, porque yo en todos lados veo a Venezuela".

Su padre se viene a Barcelona buscando una oportunidad de trabajo ya que luego de varios meses aún no conseguía nada; cuando la consigue y Jorge se entera de que tienen que mudarse otra vez de ciudad, de casa y de colegio sencillamente pensó que era una broma, le afectó porque estaba empezando a acostumbrarse y tuvo que volver a enfrentar los nervios que producen un cambio migratorio, realmente no lo creía hasta que vio a su madre recogiendo sus cosas.

Sin embargo éste cambio fue mucho más positivo que el primero, ahora se siente bien en Barcelona, ya siente estabilidad y que no se van a mudar más. Le encanta su colegio porque casi todos sus compañeros son de otros países y eso no le hace sentir que es “el extranjero” del grupo. Ya domina muy bien el Catalán y hasta recibió un reconocimiento como “alumno destacado del mes”.

Lo más difícil para él fue dejar a sus amigos, su colegio y su casa en Venezuela, donde además se quedó un dibujo de una nave espacial de la NASA con una bandera de su país. Siempre querrá regresar a Venezuela y por ahora lo que más le gustaría es volver a encontrarse con sus amigos algún día.

A pesar de tener tiempo fuera, su corta edad y las circunstancias, él se sigue sintiendo venezolano y cada vez que se presenta con alguien y le preguntan por el acento lo dice con orgullo: Soy venezolano.

A Jorge le queda muchísimo por vivir y aprender, esta experiencia a tan corta edad lo dejó marcado de por vida, probablemente tenga una vida #EnTránsito y conozca muchísimos países más pero dudo mucho que olvide todo lo que ama del lugar donde nació.