Noelia Fernandes. Serie: En Tránsito.

Noelia Fernandes, 35 años. Nació en Guatire. Ingeniero Industrial.

Venezolana, ingeniera orgullosa de la UNEXPO, de ambos padres portugueses (específicamente de la Isla de Madeira) y el toque especial: es ahijada de bautizo de mis padres, por eso es mi prima del alma, de vida. Tiene parte de su familia aquí en la ciudad, llegaron después de dos años y medio. 

Poder vivir a plenitud, en armonía, salir con tranquilidad y tener ingresos para proyectos personales fueron las razones que la impulsaron para organizarse y salir del país de forma planificada. "Disfrutar de algo tan simple como un café con una amiga y que la hora no se convirtiera en una preocupación por la llegada a su casa, por la inseguridad".

Lo más dificil al llegar aqui fue afrontar la realidad de tener que compartir su intimidad con personas que no conocía de absolutamente nada. "Fue un cambio de chip: pasar de vivir toda la vida con mi familia a vivir con completos desconocidos", la prueba mas fuerte que ha enfrentado es la muerte de su padre a causa de un cáncer, ya tenía planes de emigrar cuando llega la noticia de la enfermedad y todo se le acumuló de repente "dejar mi familia, mis amigos y sobretodo dejar lo que me recordaba a mi padre, eso fue muy doloroso, muy fuerte, muy duro, me fui de Venezuela dos meses y medio después de que falleció". Es como vivir un duelo por partida doble.

Siempre tuvo inclinaciones hacia el arte, le gusta bailar y la fotografia, en Venezuela trabajaba para el negocio de su padre porque con su profesión no le generaba lo suficiente. Participó en una agrupación de folclore portugués durante 10 años, experiencia que le sirvió muchísimo "pertenecer al grupo folclórico marcó la diferencia, me enseñó que todo inicia y culmina, nada es para siempre. Conocí personas valiosas, me sirvió para crecer y perder el miedo". 

Decidió vivir en Barcelona porque realizó un estudio minucioso de todas las oportunidades que aquí habian en todo sentido. Salir de Venezuela fue una decisión familiar, una migración planificada totalmente desde todo punto de vista, incluyendo a su padre para que pudiera recuperarse del todo, sin embargo su padre jamás quiso salir de Venezuela y es cuando ella decide posponer su proceso migratorio. 

Lo que más extraña es lo inmaterial de Venezuela, eso que te conecta con tus raíces, reunirse con sus amigos, estar allá, los olores "ese café de la mañana" los recuerdos familiares, todo. Desea con todo su ser y su alma que la situación de Venezuela cambie, y sea definitivamente. 

No quiere volver a vivir un proceso migratorio, regresaría a Venezuela solo de visita, pero no a vivir. Se adaptó a Barcelona y simplemente le encanta todo lo que la ciudad le ofrece y que aún le guarda.

La historia de Noelia me impresionó porque a pesar de haber sido una migración planificada tiene sus toques de sacrificio y dolor, no lo voy a negar: me salieron las lágrimas mientras la escuchaba. La pérdida de uno de tus procreadores suele dejarte muy afectado pero también es quizás la mayor movida interna que te pueda suceder para valorar y crecer ajuro. 

Estoy segura que este proceso #EnTransito que vive Noelia le ha dejado lo mejor que se puede tener: aprender a desapegarse de todo y todos, de un solo golpe y sin anestesia. Es el aprendizaje que todos deberíamos alcanzar en algún momento de nuestras vidas.