Roraima: ¡El mundo perdido!

El tepui Roraima forma parte de la cadena de tepuyes orientales del PN Canaima, ubicado en el estado Bolívar, es el último de dicha cadena con sus 2.810 msnm es el más alto, y con sus 31 Km2 de superficie de la cual el 15% la tenemos compartida con la Guyana Esequiba (10%) y Brasil (5%). Estas son unas de las tantas características que lo convierten en uno de los destinos preferidos por turistas nacionales y extranjeros.

En cuanto a su Litología, en el cerro Roraima los sedimentos han sido agrupados bajo el nombre de Grupo Roraima. Los sedimentos (...) son principalmente cuarzo arenitas con menores proporciones de areniscas feldespáticas, lutitas y tobas volcánicas silicificadas. (Ver: Grupo Roraima. Léxico Estratigráfico de Venezuela. PDV).

El punto de partida más conocido y usado por los turistas es Paraitepui, una población a 50 km aproximadamente de la carretera principal, último lugar hasta donde tienen acceso los vehículos. Aquí se encuentran las oficinas de INPARQUES en la cual hay que registrarse gratuitamente antes de iniciar la expedición.

Sin ningún tipo de preparación organicé lo que creía que era un bolso de montaña con los 8 kilos que me permitían llevar y mi cámara compacta de 4mp..mientras hacía eso sólo pensaba en un nombre, un lugar que sólo conocía por fotos y los comentarios de mi gran amigo Juan Carlos Fernández, quién me convenció de acompañarlo en esa aventura llamada: Tepuy Roraima.

Por primera vez pisaba el estado Bolívar con un creciente nerviosismo que me apretaba el estómago y con unas ansias de llegar a ese lugar y observar el objetivo que tendríamos que alcanzar con mis propios ojos y no a través de una pantalla. En un abrir y cerrar de ojos pasamos la selva y se abrió ante nosotros (y el bus) la inmensidad de la Gran Sabana..infinita en realidad..con un verdor que se te mete por las pupilas y empieza a sembrar esa magia única, que sólo se siente cuando estás ahí.

La travesía puede durar 6 días o más, atraviesas ríos, te enfrentas a los puri puri, disfrutas de cada segundo, respiras aire realmente limpio y te conectas con la naturaleza en su más pura expresión.
Río cerca del primer campamento

Estar tan cerca del Roraima, tocar su pared y hasta darle un beso, ha sido la experiencia más espectacular que he vivido, pisar su cima, observar su fauna, su flora endémica, disfrutar de la creación de la intemperie con cada forma que realiza sobre su superficie, me hizo sentir la persona más especial y dichosa del mundo por poder ser parte de ese lugar tan sagrado y místico. Razón tenía el escritor británico Arthur Conan Doyle cuando escribió The Lost World basándose en una expedición que realizó al Roraima.


Mirador de Tepuyes, Kukenan Tepuy al fondo

Besando la pared del Roraima

Bañarme en los jacuzzi, tocar la pureza de los cuarzos (en el valle de los cristales) y encontrar la famosa ranita negra endémica..son apenas algunas de las cosas que se pueden realizar en su cima.. es increíble la sensación de plenitud que se siente recorrerlo y observarlo.
Jauzzi's del Roraima

Monumentos esculpidos por el viento y la lluvia durante miles de años

El momento cúspide de la aventura sucedió como a las 5:30 am del 27 de febrero del 2008, Juan Carlos me despertó emocionado porque aun no eran las cinco de la mañana y ya estaba empezando el Sol a aparecer..salí como pude, luchando con el sueño y el frío (5ºC) para no tropezar con las rocas..sin embargo, absolutamente TODO se detuvo cuando llegué a la orilla del Tepuy y observé con completa claridad todo el verdor de la sabana, la delineación perfecta del Tepuy Kukenán y el microscópico punto naranja del campamento anterior, en ese momento me desconecté de todo lo que pasaba a mi alrededor logré meditar y desprender mi alma del cuerpo, logré hacer un viaje al interior de mi espíritu y conseguir lo que necesitaba renovar.
En la Cima del Roraima, con el Kukenán de fondo

RENOVACIÓN..eso fue lo que conseguí en ese lugar y sin estar buscándolo.

Meditando!!

Un fabuloso guía pemón nos dijo lo siguiente:  “todos los turistas que pisan su cima bajan transformados, bajan siendo otras personas”..en ese momento no quise creerle y hasta me dio risa pero después me di cuenta que fueron las palabras más certeras que he escuchado.
Kukenan Tepuy

Roraima, conocerte marcó un antes y un después en mi vida. Fue una emoción tan grande que marcó el inicio de una pasión que convertí en filosofía de vida: "Conocer y Amar a mi País"  


CIMA..por fin!

Despidiéndonos del Roraima

Solo me queda agradecerle a Dios, por tan maravillosa creación y a mi amigo Juan Carlos Fernández por convencerme de ir a conocer el mundo perdido!

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