Madeira, la joya del Atlántico.

Madeira, Portugal 2019.

Esta pequeñita isla es considerada por muchas personas como el jardín del océano Atlántico y no es para menos, en ella se dan todas las condiciones geográficas para que pueda visitarse en cualquier momento del año.

¿Por qué visitar Madeira?, ¿Qué tiene?

Empezando por lo más básico e importante: su gente. El madeirense es de los europeos más cálidos que existen, por supuesto siempre que los trates con respeto. Las demás razones se las iré explicando en la ruta que hice por la Isla en enero de 2019.

La forma más práctica y rápida de recorrer la isla es en coche, ya que el transporte público no siempre llega a todos los lugares a visitar. Hay una gran oferta de rentas de coches, recomiendo Why not Car Rental (@whynot_carrental) que tienen gran variedad de coches que se adaptan a tus necesidades y a tu bolsillo. En esta oportunidad recorrí la isla en coche porque tenía pocos días para visitarla.


PRIMERA PARTE: Ribeira Brava.

Al montarme en el coche lo primero que hice fue conocer un poco de Ribeira Brava, una pequeña localidad costera al sur de la isla que fue fundada en el año 1440 y que creció rápidamente gracias a la posibilidad de cultivar caña de azúcar y otros rubros. Su nombre en español es "río salvaje" ya que el río se comporta de esa forma, esto se debe en mayor porcentaje a lo abrupto del relieve de la isla ya que la misma es de origen volcánico, y esta característica de vertientes muy empinadas lo que produce es que la escorrentía que se genera aguas arriba sea extremadamente rápida y fuerte.



En Ribeira Brava hay cuatro (4) lugares que no pueden perderse: el primero es una vista de la bahía entera que si hay buen tiempo pueden ver hasta Ponta do Sol (otra localidad Madeirense). Pueden subir por un sendero muy corto, justo en la punta Este de la bahía, cerca hay un túnel de piedra que conecta la bahía con el puerto de Ribera Brava.



Otro lugar es el centro de la villa donde se encuentran la Iglesia São Bento y el Ayuntamiento, la plaza de la iglesia adornada con los azulejos blancos y azules resaltan lo bonito de la misma, es considerada el monumento regional mejor conservado. Contiene valiosos cuadros que datan del siglo XVI y está abierta al público de manera gratuita. El Ayuntamiento es de color rosa y presenta las mismas características arquitectónicas de la iglesia lo que se hace agradable a la vista.

Los otros dos lugares que recomiendo visitar son el museo etnográfico y el fortín de São Bento; por su parte el museo fue creado en 1996 y reúne una gran variedad de objetos e historia etnográfica de la isla, mientras que el fortín data de 1708 y su construcción fue para proteger a la isla de piratas que acechaban a la isla y mantenían en constante alerta a la población. para el año 1920 éste fortín fue alquilado al ayuntamiento para usarlo como prisión, en la actualidad es usado como una oficina de información turística.



Vista desde Cabo Girão.

SEGUNDA PARTE: Ponta do São Lorenço.


Antes de hablarles de São Lorenço les explicaré un poco sobre la geomorfología de Madeira.

La isla se ubica sobre una corteza oceánica de 140 millones de años de existencia aproximadamente y asciende desde más de 4.000 m de profundidad hasta los 1.862 msnm, donde está el Pico Ruivo. La geomorfología de Maderia es una maravilla, esa condición de dureza por ser netamente volcánica hace que presente unos paisajes soberbios de acantilados increíbles, con rocas puntiagudas emergiendo del océano, barrancos a 90º de inclinación y valles muy profundos y fértiles.


Ahora si, la Ponta de São Lorenço es el extremo más al Este territorial que tiene Madeira, es un lugar donde puedes observar con facilidad la vertiente Norte y Sur de la isla, se puede diferenciar incluso la vegetación un poco más densa y húmeda de una vertiente con respecto a la otra. 

También puedes observar la absoluta calma del mar al sur de la isla con respecto al del norte, esto se debe a la influencia de los vientos: el norte de Madeira se ve influenciado por las tormentas del mediterráneo y por eso es más húmedo y con un oleaje muy fuerte, mientras que el sur se ve afectado por el aire caliente proveniente de África, lo que hace que sus aguas sean un poco más cálidas y tranquilas. Es importante señalar que la isla se sitúa a unos 700 Km de la costa noroeste del continente africano.


Es una visita obligada si eres amante del senderismo, son unos 10 km desde la carretera asfaltada donde puedes dejar el coche aparcado hasta el mirador de la punta, donde se pueden visualizar las Islas Desertas (hermanas de Madeira) si la meteorología lo permite. 

Hay espacios de la ruta donde puedes experimentar una sensación de vértigo alucinante porque cruzas uno de los acantilados para poder llegar al final del sendero, siempre es importantísimo tener claro que NO SE DEBE abrir nuevos caminos, ya que esto afecta a los ecosistemas que hacen vida en el lugar. 



También es primordial usar bien la cabeza al momento de realizarnos fotografías ya que estamos en un lugar donde existe riesgo de accidentes. 

La ciudad más cercana es Caniçal.



TERCERA PARTE: Paul da Serra y Pico do Arieiro.

El 100% de la isla es montaña, sin embargo en el centro oeste se encuentra una meseta con aproximadamente 24 Km2 de superficie que tiene un encanto muy particular, al ser la única zona plana de la isla tienes una inmensa sensación de plenitud al recorrerla, además cuando atraviesas la meseta te das cuenta de la importancia que tiene la misma para el desarrollo y subsistencia de los habitantes de Madeira. 



La meseta de Paul da Serra cumple con dos funciones vitales: la primera es ser generadora de agua subterránea ya que sus suelos son de los pocos permeables que existen, esto unido a la gran cantidad de precipitación anual de la zona son el caldo de cultivo perfecto que favorece al sistema de "levadas" que son los cursos de agua creados por los primeros habitantes de la isla para poder distribuir el agua desde allí hacia la vertiente sur que siempre ha sido más seca y por ende más afectada al momento de mantener sus cultivos y abastecerse. 


La otra función que cumple es ser la zona de mayor tránsito de vientos fuertes, gracias a esta gran característica meteorológica se han construido varios parques eólicos que surten de energía eléctrica a toda la isla. Cuando decidimos subir hasta la meseta para atravesarla el tiempo se nubló y el viento era muy fuerte, sin embargo disfrutamos del paseo porque al no tener tanta visibilidad es muy emocionante encontrarte de repente con un generador muy cerca del camino, ajuro tienes que detenerte para escuchar el sonido de las aspas al girar, nunca sabes lo inmensos que son hasta que te acercas de forma prudencial a ellos. Son estructuras impresionantes.


Uno de los lugares más visitados luego de Paul da Serra es el Pico do Arieiro, es fácil de llegar en coche, se encuentra a 1810 msnm y es una experiencia fenomenal quedarse observando el transito de las nubes por el lugar, el viento sopla muy fuerte y por ende hace mucho frío pero vale la pena acercarse hasta allí, además que puede llegarse caminando hasta el Pico Ruivo que es el de mayor altitud de la isla, se encuentra a pocos minutos de Arieiro.


CUARTA PARTE: Funchal y Cabo Girão. 

Su nombre viene de "Funcho" que significa hinojo, la ciudad fue fundada en el siglo XV cuando era un pequeña bahía iluminada por el sol y donde crecía muchísimo el hinojo. 

Hay una zona de la ciudad que fue recuperada por el arte, nos referimos a la zona velha, el casco antiguo fue recuperado por unos artistas que decidieron crear una exposición de "puertas abiertas" en las casas de las distintas "ruas" -calles- del centro. Son creaciones muy interesantes y pintorescas que llaman mucho la atención de los turistas e invitan a parar en cualquier bar para probar algún platillo de la muy buena gastronomía portuguesa.


Funchal como la capital de la isla tiene actividades para todos los gustos, allí se encuentra el puerto y la principal entrada de turismo gracias al gran numero de cruceros que aparcan allí repletos de turistas que quieren descubrir por medios propios ¿por qué Madeira es la mejor isla del mundo?. También muy cerca del puerto conseguimos el museo de Cristiano Ronaldo, uno de los mejores jugadores de futbol de la historia y responsable (en parte) que el nombre de la isla y el interés por conocerla haya aumentado en los últimos años.


Al salir del museo caminen un poco por el casco antiguo y no se pierdan  la oportunidad de viajar en el teleférico que une al centro con Monte (que es una localidad al norte de Funchal). Es un trayecto que dura unos 15 minutos y que les regalará las vistas más bonitas de la ciudad y de su puerto. 


Una vez arriba, se puede pasear por el jardín botánico y llegar hasta la iglesia de Nossa Senhora do Monte, que es la patrona de Madeira. En su interior descansan los restos de Carlos I de Habsburgo-Lorena, el último emperador de Austria, que permaneció en la isla tras su exilio al finalizar la Primera Guerra Mundial.


Ahora, para bajar de nuevo al centro de Funchal hay una forma muy particular de hacerlo: en los carros de mimbre o "carneros do monte" consiste en montarse en una cesta de mimbre que es conducida por dos chicos quienes se encargaran de darles el paseo más rápido, alucinante y de mayor adrenalina que jamás hayan tenido. 


En la antigüedad esa era la única forma que tenían los habitantes de Monte para llegar rápidamente a Funchal, el recorrido tiene aproximadamente 2 Km de longitud, parece poco pero recuerden que están en una isla volcánica cuyas pendientes están en su mayoría por encima de los 60º. Es una inyección de adrenalina pura.


Luego, para calmar el agite podemos pasear por el Mercado Dos Lavradores, fundado en los años 30 del siglo pasado, un lugar muy tradicional donde más que vender lo que hacen es una muestra permanente de los olores y colores madeirenses, entre flores, frutas, vegetales y el innegable vino. Es un lugar de visita obligada si quieres degustar cualquiera de estos placeres. Muchos de los establecimientos de flores son atendidos por Vilhoas -mujeres que se colocan el traje típico madeirense-.



Si ustedes son amantes del vértigo, no pueden dejar de visitar el mirador de Cabo Girão, ya que es el acantilado más alto de Europa y el segundo del mundo con 580 metros, desde allí se tienen unas vistas al océano Atlantico increíbles, además de ver hacia ambos lados de la Isla: Funchal y Camara de Lobos (una comunidad pequeña de pescadores). Es importante advertirles que la experiencia con el vértigo es muy real porque el mirador está hecho de cristal reforzado en su base lo que te permite sobresalir unos metros del acantilado y te deja la sensación de estar volando.

Vista de 90º que te ofrece el Mirador de Cabo Girão.

QUINTA PARTE: Santana.  

Es una de las ciudades más encantadoras y pintorescas de la Isla de Madeira, tanto por su arquitectura tradicional, sus casas triangulares de paja, como por su riqueza paisajística, así como sus flores, entre otras cosas. En efecto, Santana tiene unas vistas panorámicas excepcionales de Madeira, en esta oportunidad no pudimos acceder para mostrarles las vistas con fotografías ya que estaba cerrado el acceso por restauración de la vía y además estaba muy nublado.


Además, el atractivo más importante de esta localidad es la posibilidad de realizar varias "levadas" que son canales de agua que se crearon para abastecer del vital líquido a la población de la isla, actualmente las levadas están acompañadas de senderos que son muy concurridos porque te permiten adentrarte en el bosque Laurisilva que posee la isla, que está declarado Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO, por ser de las pocas porciones que aún se conservan en el planeta.

Muchos lugares nos faltó por visitar y experimentar de Madeira, pero es que esta isla hay que visitarla varias veces para disfrutarla a plenitud en distintas temporadas del año. 

¡En esta oportunidad la visitamos en Invierno, pero a Madeira volveremos y será en Verano, a lo grande!

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