¡Un Km de agua cayendo!

 Salto Ángel, Venezuela. 2009



En el Parque Nacional Canaima se encuentra uno de los tepuyes más enigmáticos del sur de Venezuela: el Auyantepuy, que tiene una superficie aproximada de 700 Km² y una altura máxima de 2.460 m.s.n.m. Gracias al elevado nivel pluviométrico de la región, se han creado grandes ríos que se alimentan de las abundantes lluvias que caen sobre la vasta superficie del tepuy los cuales discurren lentamente sobre la cima hasta que, finalmente, llegan al borde de la meseta y lanzan sus aguas al vacío. 


Desde la cima del Auyantepuy se desprenden algunos saltos, el mayor de ellos es el Kerepacupay Vená también conocido como Salto Ángel que, con casi 1 Km de altura, se convierte en la caída de agua más grande del Planeta. Por ahí fluye el agua ininterrumpidamente las 24 horas del día y los 365 días al año. Algunos dirán: "en todas las cascadas del mundo pasa lo mismo" y yo les respondo: "si, pero ninguna tiene 1 Km de altura". Es nuestro Kerepacupay Vena, que aunque no entró en las nuevas 7 maravillas naturales del mundo, definitivamente lo es.



Carsten Todtmann cuando dice en su libro que Canaima es un Paraíso Teukinan ("Único" en dialecto pemón) y que el Kerepacupay "es uno de esos espectáculos monumentales que muestran la futilidad del ser humano frente a los prodigios naturales" no puedo estar más de acuerdo con él, en ese lugar la soberbia del ser humano es lo más absurdo que existe, simplemente no importa como seas, y menos lo que tengas, ahí te vuelves microscópico ante tanta grandeza.



Cuando conversas con alguien que ha conocido la laguna de Canaima y el Salto Ángel sientes como un fresquito, esa agradable sensación de que la otra persona sabe de lo que le estas hablando porque también ha estado ahí, aunque cuando hablas con personas que no los conocen, vez en sus ojos cada palabra que dices, eso no puede tener otro nombre que no sea Magia. Estoy segura que de eso está compuesto el Sur de Venezuela una magia y energía hermosamente inexplicable.


Así como inexplicable es lo que sientes cuando te bajas de la curiara y empiezas a caminar hasta el Kerepacupai, a través de la selva con esos árboles inmensos, avanzas escuchando el zumbido de su caída, la emoción se te mete hasta en los huesos y comienza la desesperación por llegar, no te das cuenta y no importa la gran caminata que haces, los mosquitos y el calor por la humedad que albergan esos árboles, lo único que quieres es ver de dónde proviene ese zumbido que entra por tus oídos llenándote de magia y pasando una película de imágenes que te dan una idea de como puede ser cuando lo veas, hasta que por fin consigues el primer claro con un anuncio de madera por parte de Inparques (Instituto Nacional de Parques) que te dice: Mirador Salto Ángel, y es instantáneo..entras en una especie de trance que desaparece todo a tu alrededor y sólo tu mirada queda fija en ese punto a 1 Km de altura observando como el agua y el viento juegan entre ellos para darte un espectáculo de blancos y grises que te lavan los ojos y te llenan de la más pura energía.




Era Octubre cuando tuve la oportunidad de ir, fue un autoregalo de cumpleaños y para esa época estamos en sequía en Venezuela, por eso en la fotografía sólo se ve un hilito de agua nada más, sin embargo pueden buscar fotos en internet para que vean la magnitud de agua que cae por allí en los meses lluviosos.


Lo que sientes al estar frente al Kerepacupai Vena es indescriptible, puedo escribir todas las palabras del mundo para intentar explicarles y no me entenderían, porque sólo quien pisa ese lugar y tiene la dicha de bañarse en sus aguas puede entender lo que escribo.




Los invito a que lo conozcan y, además al otro lado del río Carrao, disfruten una noche estrellada observando la meseta perfectamente delineada con ese hilo plateado cayendo continuamente! 


Vamos a conocerlo, disfrutarlo y sobre todo protegerlo..es el Kerepacupai Vena..y es nuestro.. 1 Km de agua…¡Cayendo!


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